Los Siete Principios Fundamentales de la Definición Internacional de la Responsabilidad Digital Corporativa
With thanks to Ben Marshall and Sergi Capape for their assistance with translation into Spanish
Gracias a Ben Marshall y Sergi Capape por su ayuda en la traducción al español
Si desea apoyar el Manifiesto de la RDC, puede hacerlo a título individual o como organización en el sitio web (en inglés) https://corporatedigitalresponsibility.net
En 2021, un grupo de académicos, profesionales de la empresa y autores han colaborado para agrupar su trabajo existente en una definición internacional única que extrae lo mejor de cada uno para construir un conjunto de principios para guiarle en su viaje de Responsabilidad Digital
La Responsabilidad Digital Corporativa (RDC) es un conjunto de prácticas y comportamientos que ayudan a una organización a utilizar los datos y las tecnologías digitales de forma que se perciba como social, económica y ambientalmente responsable.
Una declaración pública clara e inequívoca de la intención de influir positivamente en el planeta y la sociedad, junto con la claridad de objetivos. Un compromiso para impulsar una gobernanza digital sólida y responsable, evidenciado, por ejemplo, por la puesta en marcha de un Consejo de Ética Digital e impulsando y abogando por la mejora de la legislación, la regulación y el asesoriamento ético en las geografías en las que opera la organización.
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Un compromiso con la equidad, la diversidad y la inclusión en la organización y en la cadena de suministro ampliada, garantizando que los productos y servicios resultantes sean accesibles y consumibles por todo el mundo. Además, que los empleados que participan en la creación, el suministro y el apoyo de esos productos y servicios reciban un trato responsable y justo.
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Una mayor atención a la protección de los datos personales, apoyando la mejora de la privacidad equilibrada con la identidad, abordando la pobreza digital en el acceso a las competencias y la comprensión y la protección de toda la sociedad contra las consecuencias perjudiciales de los productos y servicios digitales
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Consideración del impacto económico y social de las decisiones dentro de la organización. Transparencia por parte de las empresas en el uso de algoritmos y datos con accionistas, empleados y consumidores. Reparto más justo de las ganancias tanto dentro como fuera de las organizaciones, y minimización del impacto económico negativo en las comunidades a través de la automatización sostenible.
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Adoptar medidas para aumentar la demanda de productos ecológico y socialmente mejores por parte de los consumidores, apoyar e incubar más PYMES de tecnologías limpias, verdes, orgánicas y de bajo nivel de residuos en la cadena de suministro e invertir en iniciativas sostenibles y de impacto social.
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Comprender e informar del impacto empresarial en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (UN, por sus siglas en inglés) o similares. Innovar e ir más allá del objetivo de ser carbono negativo, para innovar y resolver los mayores retos.
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Poner en marcha una estrategia de servicios IT medioambiental, comprender las consecuencias de la tecnología, cambiar el uso de energía a las renovables, mitigar y minimizar el impacto, y minimizar el uso de las compensaciones de carbono.
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El uso del término Responsabilidad Digital Corporativa (RDC, CDR por sus siglas en inglés) ha crecido desde que apareció por primera vez regularmente en las definiciones que surgen en toda Europa desde alrededor de 2018 hasta la actualidad. Ha sido especialmente frecuente en la region formada for Alemania, Austria y Suiza (DACH), con muchas organizaciones en Alemania y Suiza que participan activamente. Durante la pandemia, se ha extendido más allá con referencias regulares que surgen en países tan lejanos como Corea del Sur, China, Estados Unidos y el resto de Europa.
Muchas de las definiciones publicadas coinciden en el 80-90% de la definición, aunque varias aportan un importante factor adicional que es claramente digno de consideración. Lo que todas tienen en común es el reconocimiento de que es responsabilidad de las empresas potenciar los impactos positivos sociales de lo digital y minimizar los negativos más allá de las obligaciones legales.
El objetivo de este documento, que contiene una evolución de la definición de RDC, una infografía y un conjunto de principios, es combinar el contenido de las múltiples definiciones en una forma que podría describirse como un manifiesto de RDC - producido en colaboración con varios de los que participaron en la producción original del concepto y unificando el lenguaje internacional en torno a RDC.
Entre los autores de este documento de colaboración (en orden alfabético) se encuentran tres de las definiciones originales de RDC que se citan con regularidad, y otros que se encuentran en medio de su continua evolución
La premisa de la RDC es que las tecnologías digitales pueden utilizarse para crear impactos positivos para todos nosotros. Lo hemos visto claramente durante la pandemia. Dónde estaríamos sin la posibilidad de que una parte importante de la plantilla pudiera trabajar eficazmente desde casa utilizando herramientas de colaboración como Zoom y Teams, conectada a través de enlaces de banda ancha de alta velocidad; hacer la compra en el supermercado por Internet, consultar a nuestro médico a través de una aplicación o muchos otros ejemplos. Sin embargo, la contrapartida podría ser que nuestra privacidad está más amenazada que nunca, nuestras contraseñas están cada vez más expuestas a los ciberataques y las filtraciones de datos, y las noticias falsas y las teorías conspiratorias están amenazando la democracia. El RDC se creó a partir de la hipótesis de que las empresas tenían una mayor responsabilidad para crear resultados más positivos para la sociedad y el planeta, y para mitigar el impacto del mal uso o el abuso de la tecnología digital.
Pero antes de explorar el RDC con más detalle, es importante ampliar el término "digital". De hecho, ¿qué es lo digital?
2.1 Qué es lo digital
La MCA[1] (en el Reino Unido) definió el término Digital en 2014 como parte de su Año de la Tecnología Digital, cuya esencia se resume de la siguiente manera: "La tecnología digital está creando un nuevo capitalismo, con nuevas oportunidades y nuevos retos". En varias etapas de lo que ahora consideramos "la revolución digital", la tecnología digital ha sido percibida de manera diferente por distintos tipos de organizaciones:
Hoy en día consideramos que lo digital es la combinación de agilidad y flexibilidad, esa mentalidad "nacido en la red", que utiliza tecnologías emergentes que crean, procesan e intercambian datos para ofrecer productos y servicios al consumidor. Estas "tecnologías" incluyen la nube, la movilidad, el internet de las cosas, la cadena de bloques, la cuántica, la automatización, el aprendizaje automático y la inteligencia artificial, etc. Los "productos y servicios" pueden ser disruptivos, más eficientes, más baratos y de más fácil acceso.
Además, el ritmo de cambio de estas tecnologías, junto con las organizaciones que operan con mayor rapidez en la entrega de productos y servicios disruptivos o innovadores, es tal que ha resultado difícil para las personas seguir el ritmo, tanto en la adopción de estos productos como en la capacidad de los empleadores y empleados (en las empresas tradicionales) para desarrollar nuevos trabajos .
Fue esta percepción de la ampliación de la brecha digital (considerada no sólo como el acceso a la conectividad de banda ancha, sino como la capacidad de acceder a la gama de tecnologías, herramientas y habilidades necesarias) lo que llevó a la creación de la Responsabilidad Digital Corporativa, al menos en lo que respecta a la evolución de la definición de Atos/Worldline.
Sin embargo, es justo decir que la idea evolucionó desde varias perspectivas. Desde el punto de vista de las empresas digitales (especialmente de GAFA) podría ser la necesidad emergente de una mejor responsabilidad social de las empresas dedicadas a las TIC desde el auge de Internet. Además, se podría considerar la perspectiva de la jurisdicción que ve nuevas opciones empresariales y sociales con la digitalización y la necesidad de leyes blandas (u orientación ética digital) como complemento a la regulación (véase la Iniciativa RDC de la Agencia Federal de Justicia y Protección del Consumidor en Alemania). Y lo que es más importante, desde el punto de vista de la sostenibilidad, cada vez era más evidente que los efectos ecológicos del desarrollo digital (por ejemplo, los centros de datos, los algoritmos de criptografía, etc.) se habían ignorado durante mucho tiempo.
[1] Management Consultancies Association (MCA) - Asociación comercial en el Reino Unido
La mayor parte de la atención y la evolución de la RDC se ha producido en la región europea de DACH (Alemania, Austria y Suiza). Esto ha surgido del interés inicial del Gobierno Alemán (Ministerio Federal de Justicia y Protección del Consumidor), que luego fue superado por las asociaciones empresariales, a menudo dominadas por el sector tecnológico. Ha habido un amplio interés y uso del término RDC en zonas geográficas adyacentes, como Polonia e Italia. En otros lugares, concretamente en el Reino Unido y en Francia, se hace hincapié en los componentes de la RDC (por ejemplo, la responsabilidad medioambiental y la ética digital) más que en la visión holística de la propia RDC. En 2021, sin embargo, hemos visto el interés de otros países, como Samsung (Corea del Sur), que se comprometió con la RDC en una declaración en enero, y los artículos que empiezan a surgir en China y Estados Unidos.
Muchas de estas iniciativas han tendido a quedarse en el país de actividad. Por ejemplo, la Asociación Alemana para la Economía Digital (BVDW) ha definido recientemente el RDC como parte de la actividad denominada "CDR Building Bloxx", aunque entre sus miembros se encuentran varias empresas internacionales, está muy centrada en Alemania y en la posición económica y de empleo en este país. Del mismo modo, el excelente documento sobre RDC elaborado por la Fundación Ethos en Suiza se centra en la relación entre el fondo de inversión y una serie de empresas suizas de primer orden (de nuevo internacionales); de hecho, quizá también merezca la pena mencionar la Iniciativa Digital Suiza, que aunque no se denomina RDC, está realizando una interesante labor en torno a la certificación del uso adecuado de los datos y el enfoque en la seguridad y la privacidad.
Hay algunas actividades coordinadas excelentes a nivel mundial y regional, pero tienden a ser para uno de los componentes de RDC, en lugar de RDC en sí. Por ejemplo, el Foro Económico Mundial se centra actualmente en la IA ética (dirigida por Kay Firth-Butterfield) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente está llevando a cabo un excelente trabajo sobre la transformación digital global, desempeñando también un papel clave en la recientemente lanzada Coalición para la Sostenibilidad Ambiental Digital (CODES). También es importante señalar que hay una serie de otros movimientos o grupos adyacentes embrionarios que tienen objetivos similares al RDC, aunque no utilizan el término explícitamente - por ejemplo, Digital with Purpose, y Tech for Good.
La intención de este documento, y la agregación de lo mejor de las diversas definiciones, es por lo tanto tan simple como proporcionar una perspectiva global de lo que puede ser la RDC, y cómo las organizaciones pueden utilizarla como un marco holístico para describir lo que hacen tanto dentro de los límites de su negocio, pero lo que es realmente importante, fuera de sus negocios, haciéndoles pensar más sobre el impacto positivo que pueden tener utilizando las tecnologías digitales para innovar para resolver los desafíos de la sociedad.
Como se ha dicho anteriormente, todas las definiciones están ampliamente alineadas y son eficaces para ayudar a las empresas a pensar en sus responsabilidades corporativas en el contexto de las tecnologías y los servicios digitales. El enfoque que hemos adoptado no es reinventar, sino superponer las mejores partes de cada una de las definiciones a los principios existentes. En este contexto, hemos vuelto a los principios originales de la Responsabilidad Corporativa (RC, es decir, económica, ecológica y social), pero los hemos considerado específicamente a través de una lente digital. Con la RDC se amplían las perspectivas de la RC y se incluye el efecto en la esfera digital. Hay varias sugerencias sobre cómo la perspectiva digital interactúa con las tres tradicionales. En un "modelo cuádruple" se acaba de añadir la cuarta esfera digital a las tres esferas económica, ecológica y social.
En una variación de este modelo, Michael Wade (véase la figura 1 a la derecha) propuso un modelo en el que el cuarto círculo, el tecnológico, funciona esencialmente como un filtro para los tres, ya que la tecnología (y lo digital) se entrelaza con todo en el mundo digital actual.
Sugerimos que la mera adición de una cuarta dimensión junto a las demás no haría justicia a los efectos de largo alcance de la digitalización que constituye una contrapartida del mundo físico. Por lo tanto, sugerimos, basándonos en el trabajo de la Dra. Saskia Dörr (2021), un modelo RDC integrado con efectos sociales, ecológicos y económicos que muestren su impacto dentro del mundo físico y/o digital. Esto pone de manifiesto que los impactos de las actividades digitales no se quedan en el mundo digital y que los efectos en el mundo digital y físico se influyen mutuamente.
La magnitud de algunos de los retos a los que nos enfrentamos actualmente es tal que no basta con considerar únicamente los límites de la organización como responsabilidad de los directores para marcar la diferencia. Por ejemplo, aunque es importante que una empresa reconozca la responsabilidad de mitigar su propio efecto sobre el medio ambiente, la escala del desafío es que necesitamos que muchas vayan más allá (más allá dell carbono neutral y carbono negativo) e innoven para crear productos y servicios que tengan un impacto social o ecológico más allá del impacto de la propia organización. Además, podríamos decir algo similar sobre la ética digital al reconocer que una cosa es cumplir con el RGPD como organización, pero algo totalmente diferente es tener un impacto positivo en la forma en que se gestionan los datos personales para la sociedad en su conjunto, por ejemplo, abogando por una mejora de la legislación u ofreciendo productos mejorados. En resumen, debemos tener en cuenta explícitamente el impacto externo y garantizar que la organización interna esté en orden.
Fig 1. Modelo de RDC de Michael Wade, publicado en MIT Sloan Review 2020
Merece la pena destacar la definición de Ethos de RDC, ya que está dirigida desde la perspectiva de alguien que toma decisiones de inversión en nombre de la sociedad (fondos de pensiones). De ella se desprenden grandes puntos que merecen ser incluidos, el más central de los cuales es la exigencia de que el Consejo de Administración tenga un Código de Responsabilidad Digital público. Más que asignar a una parte concreta del cuadrante, este primer principio rector de la definición del Ethos parece central para todos.
Relacionado con la existencia del código está el principio de publicar ese código de forma totalmente transparente, y no sólo eso, sino aplicar ese principio a todo el uso de datos y tecnologías como la IA -en esencia, la transparencia de la IA explicable. La palabra clave aquí es transparencia, y credibilidad de las afirmaciones públicas realizadas. Con el creciente enfoque de los informes ASG (Ambiental, Social y Guvernamental) y la evaluación comparativa que busca ir más allá de la propaganda del mercado y el lavado digital hacia la realidad, la transparencia de la adhesión a ese código será un componente clave, y por esa razón, hemos añadido la transparencia al cuadrante de RDC económico.
El Consejo de Administración debe asegurarse de que la empresa cuenta con un Código de Responsabilidad Digital que cubra los principales temas a los que se enfrenta la empresa y que pondere su materialidad en relación con el sector de actividad y las características específicas de la empresa. El Consejo de Administración es responsable de cubrir todos los temas digitales y de verificar anualmente que la cobertura es relevante. El código debe cubrir al menos los siguientes temas:
Como parte de la creación de la definición de RDC dentro del trabajo de Atos (y de Worldline), en 2017 se llevó a cabo una encuesta global sobre cómo se sentía la gente con respecto a la tecnología. En concreto, se trataba de entender cuáles eran los patrones que llevaban a una adopción exitosa y dónde el miedo o la falta de confianza eran mayores. En esencia, los resultados pueden resumirse en que las personas se sentían más cómodas cuando los productos eran muy prácticos -sencillos de usar, ahorraban tiempo- o cuando tenían un beneficio potencial para la salud personal. En términos más generales, esto condujo a un fuerte enfoque en su definición de RDC en torno a la accesibilidad del producto, y un enfoque en el bienestar digital. En algunas de las conversaciones en torno a la RDC, la atención se centra en la prevención del uso indebido o inapropiado de los datos mediante las tecnologías digitales, pero es importante considerar de forma más general la creación positiva de productos y soluciones que ayuden a impulsar los resultados en la dirección correcta. Por esta razón, el Bienestar Digital se incluye además del "diseño de productos centrados en el usuario, accesibles y convenientes".
Con los acontecimientos climáticos que dominan las noticias más allá de la pandemia de 2021, ahora está claro que es imposible separar la sostenibilidad de la sociedad de la sostenibilidad del planeta. Este gran énfasis en el aspecto medioambiental de la RDC también reconoce la aceleración del enfoque y el interés en esta área a raíz de un revitalizado Acuerdo de París, la COP26 y el impulso a la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU para 2030. Curiosamente, esta es la laguna en la definición de Atos, pero está representada en la mayoría de las demás definiciones.
El enfoque original de este cuadrante en la definición de Michael Wade se centraba firmemente en las actividades dentro de los límites de la organización, es decir, el reciclaje de la tecnología de los residuos, la eliminación adecuada y el uso de energías renovables, todo ello absolutamente clave. Sin embargo, se trata de un área en rápido desarrollo y la pandemia ha acelerado el interés y la atención sobre ella en los últimos meses, ayudada por una serie de nuevas iniciativas como el Acuerdo Verde Europeo, firmado recientemente por 26 empresas tecnológicas.
La primera adición importante en el cuadrante de Medio Ambiente es el uso de tecnologías digitales (IOT, percepción de la IA como OCR, NLP, etc.) para agregar datos e informes que permitan la creación de cuadros de mando en tiempo real en las empresas que les permitan gestionar eficazmente cualquier proyecto a través de una lente de impacto ambiental. Esto lo hemos visto en grandes organizaciones internacionales que han asumido grandes compromisos de neutralidad de carbono, o incluso en algunos casos de carbono negativo.
El segundo conjunto, basado en los principios de la sección anterior, se refiere al uso de las tecnologías digitales para innovar y crear productos que tengan un impacto positivo en el medio ambiente, ya sea el cambio climático, la biodiversidad o la sostenibilidad de los recursos. En este sentido, se ha añadido "Innovar utilizando la tecnología digital para crear productos y servicios que tengan un impacto medioambiental", encapsulando algunas de las actividades de Tech for Good y las innovaciones colaborativas observadas en todo el mundo. Esto reconoce el trabajo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (como parte del CODES - Coalicion por la sostenibilidad digital medioambiental - y por derecho propio) para trabajar con las comunidades y las empresas para crear productos y servicios en torno a su propio programa de transformación digital masivamente distribuido.
La cuestión más importante para el RDC en su forma embrionaria ha sido si va a seguir siendo un concepto académico o va a pasar a ser adoptado masivamente por las empresas. Para ello es fundamental la razón de peso para el cambio: ¿cómo se conseguiría aumentar los ingresos y mejorar los márgenes? En esencia, cómo se expresa la necesidad de cambiar en el contexto de los modelos económicos que hemos conocido durante las últimas décadas.
No cabe duda de que el cambio está en marcha. Ya hemos mencionado antes a Ethos como ejemplo de una organización que busca tomar decisiones de inversión basadas en la capacidad de las organizaciones para describir sus operaciones en el impacto sostenible que tienen en el mundo. De hecho, las organizaciones que ahora obtienen una puntuación más alta en materia ASG ya están encontrando consecuencias positivas, por ejemplo, un acceso más barato al capital. Además, el impacto de las puntuaciones bajas en materia ASG también se percibe de forma más evidente con el impacto en la reputación y la dificultad para atraer a los talentos de la generación del milenio.
Estamos viendo debates visibles sobre la fiscalidad y la regulación de las grandes tecnologías, cubiertas en parte en el cuadrante económico de la definición de Michael Wade, al igual que el enfoque en las cadenas de suministro sostenibles y transparentes y las consideraciones con respecto a la automatización sostenible, manteniendo un fuerte enfoque en la evolución de la fuerza de trabajo más allá del negocio inmediato. La adición sugerida a esto es la Inversión de Impacto Social, reconociendo el reciente crecimiento de los Bonos de Impacto Social (SIBs) y los Bonos de Impacto en el Desarrollo (DIBs). Aunque no es necesario que estos sean siempre digitales, es evidente que las tecnologías digitales y el análisis de datos (utilizados de forma ética) pueden marcar una verdadera diferencia a medida que el panorama económico sigue evolucionando.
Por último, esto también introduce otra construcción importante, que en realidad proponemos añadir al centro con la responsabilidad de compartir el Código de Responsabilidad Digital, y es la alineación con el Propósito Definido de las organizaciones. Muchas organizaciones se encuentran en medio de la revisión y redefinición de su propósito de manera que fortalezca el vínculo entre cada una de sus empresas, sus clientes, su comunidad y, lo que es más importante, sus compañeros de trabajo.
Cada una de las partes tiene que creer y confiar en la aplicación de estos cambios para que realmente se produzca un cambio. Hemos vivido una década de diversas curvas de marketing: cloudwashing, greenwashing y más. Ahora las organizaciones no solo tienen que decir lo correcto, sino que tienen que ponerlo en práctica para garantizar que todas las partes interesadas -ya sea de una organización del sector público o privado- vean y sientan el cambio, y depositen su confianza en una organización que ha impulsado con éxito su transformación para crear un impacto positivo en la sostenibilidad de nuestro planeta y nuestra sociedad.
2.9 Otras iniciativas locales de RCD dignas de mención
En el texto anterior ya se han mencionado varias definiciones e iniciativas de RCD. Para completar, las siguientes también están activas en las geografías locales.
CDR Kodex de la iniciativa CDR (Alemania)
Nueve principios muestran los objetivos de la RCD y apoyan a las empresas a la hora de elegir las medidas. Se complementan con cinco campos de acción: Manejo de datos, educación, protección del clima y los recursos, compromiso de los empleados e inclusión. El CDR Kodex fue desarrollado por los miembros corporativos de la iniciativa CDR y publicado en 2021. Todos los miembros se comprometen a respetar los principios e informar sobre ellos. Está moderado por el Ministerio Federal de Justicia y Protección del Consumidor de Alemania y se dirige no solo a los responsables de la economía, la política y la sociedad, sino también a los consumidores.
Lo digital en el centro de la responsabilidad corporativa, protegiendo la reputación y la confianza en la organización de empleados, clientes y accionistas
Facilitar y ganar la confianza del público con el establecimiento y adhesión al Código de Responsabilidad Digital que declara públicamente y de forma transparente su posición, por ejemplo, como lo describe la Fundación Ethos
Definir y acordar el propósito corporativo y considerar alinearse para apoyar el valor social y la sostenibilidad en la era digital. Construir una cultura organizativa que permita acciones responsables de los empleados y líderes.
Poner en marcha una sólida gobernanza digital, por ejemplo, un Consejo de Ética Digital con la debida consideración a su composición y gobernanza, incluyendo la rendición de cuentas y la presentación de informes
Abogar por una regulación responsable más estricta e ir más allá, adhiriéndose, abogando, y y haciendo visibles las normas legales, reglamentarias y éticas apropiadas por geografía y mercados (por ejemplo, datos/AI), certificaciones (por ejemplo, seguridad en línea).
La justicia, la equidad, la diversidad y la inclusión impulsan la necesidad de involucrar a las diferentes partes interesadas, como los clientes y los empleados, de manera eficaz en el uso de las tecnologías y los servicios digitales
Productos y servicios innovadores, accesibles e inclusivos
Promover la justicia, la equidad, la diversidad y la inclusión
Derechos laborales responsables
Proteger los datos y la privacidad personal, capacitar a las personas para que se comprometan y desarrollen sus habilidades, y proteger de los daños para mejorar la reputación y la confianza.
Implantar una privacidad sólida
Aplicar prácticas de datos responsables
Promover la madurez digital
Promover el bienestar digital
Necesidad reputacional para considerar el impacto económico y social de las decisiones dentro de la organización.
Plan para una automatización sostenible y responsable
Transparencia con todas las partes interesadas con datos verificables por terceros
Compartir los beneficios económicos digitales con los grupos de interés pertinentes
Acelerar la demanda de los consumidores de productos ecológica y socialmente mejores. Incubar más tecnologías limpias e invertir en iniciativas sostenibles y de impacto social.
Invertir en rendimientos de Sostenibilidad/Medio Ambiente/Impacto
Utilizar compensaciones verificables
Acelerar e innovar los comportamientos sostenibles de los consumidores
Para ir más allá del Carbono Cero o el Carbono Negativo hacia el Planeta Positivo, para crear un impacto más positivo en el planeta que el alcance de su organización utilizando productos y servicios digitales
Informar sobre el impacto de la empresa según las evaluaciones de impacto de terceros
Innovar e impactar positivamente más allá de los límites de la empresa
Para mitigar el impacto de la tecnología de su organización en su camino hacia el Carbono Cero o el Carbono Negativo y el Carbono Neto.
Aplicar una estrategia informática medioambiental
Medir, informar, minimizar el uso de la energía y pasar a la energía renovable
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